Aquietar la mente, lograr nuestra paz interior

Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 28 segundos

Centremos nuestra atención en lo siguiente: con nuestra mente creamos el mundo, somos co-creadores de nuestra realidad, cuando nos enfocamos en algo, hacemos que ese «algo» se expanda, lo atraemos,  si digo que «estoy atravesada por desgracias«, o «todo me sale mal«, o que «mi vida es un caos«, pongo el foco allí y todo seguirá siendo de ese modo; La física cuántica nos demuestra que en donde pongo el foco se expande.

Por ello te hablo de la importancia de mantener nuestra mente en paz , nuestra mente puede ser nuestra mejor aliada o nuestro peor enemigo, creo que  es primordial tomar conciencia y comenzar a comprometernos con generar formas que nos conduzcan paulatinamente a habilitar una mayor serenidad.

“Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus palabras. Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos. Cuida tus actos, porque convertirán en tus hábitos. Cuida tus hábitos, porque se convertirán en tu destino.”

Mahatma Gandhi

Ahora bien, ¿cómo lograr una mente en paz?

Te hablé del valor de la técnicas de respiración, de la meditación, personalmente creo que son formas que nos ayudan a centrarnos y lograr, al menos por algunos segundos, una calma interior. No me voy a detener aquí porque si te interesan hay una oferta muy interesante en internet, seguramente encontrarás aquella guía que mejor se enlace con tus deseos.

Si me gustaría detenerme en varios aspectos que puedes poner en práctica en tu cotidianeidad:

  1. Reducir consumo de medios de comunicación

En principio comenzar a alejarte de los medios de comunicación, tal vez iniciar con reducir el tiempo en el que mires Tv., noticieros, o leas sitios informativos.

Podrás pensar: “eso me convertiría en ignorante”, bueno, me declaro IGNORANTE. Eventualmente cuando queremos informarnos (mayoritariamente nos desinformamos) buscamos determinados medios, solo porque están en sincronicidad con nuestra ideología, y aquí es donde debemos entender que TODA la información que incorporamos está sesgada, responde a la intencionalidad de quien “creó” dicha información.

Muchas veces eso que consumimos nos va llenando de ira, de furia, no nos damos cuenta, pero hasta altera nuestro estado de ánimo, la Epigenética explica muy bien cómo dañamos nuestro cuerpo e intoxicamos nuestras células cuando estamos en contacto con un entorno tóxico, cuando convivimos diariamente con pensamientos negativos o cuando vibramos en baja sintonía, todo esto tiene efectos bioquímicos en nuestras funciones cerebrales. El  dr. Bruce H. Lipton, en su libro “La biología de la creencia”, explica estos procesos de manera maravillosa, si te interesa ampliar éste tema te invito a realizar una búsqueda sobre él, es realmente interesante.

2. Gestionar conscientemente nuestro tiempo en redes sociales

Algo similar ocurre con nuestro contacto con las redes sociales, Instagram, Facebook, Twitter, etc. Mayoritariamente nos inundamos de imágenes donde la gente muestra sus éxitos, sus viajes, en felicidad plena y a veces solo son instantes captados para ser compartidos. Es allí cuando comenzamos a comparar nuestra «desdichada» vida con la de nuestros «amigos» de las redes y nos sentimos pequeños, en una vida desdichada, al lado de otros y otras a los que se les ve tan plenos.

No nos engañemos, detrás de esas imágenes suele haber dolor, angustia, desencuentros, pero naturalmente no serían los momentos que mostraríamos en las redes…

3. Habitar el presente

Vivir el presente, cada instante, vivir cada momento, disfrutarlo, hacerlo consciente y agradecer, son hábitos posibles de construir. Cuando detenemos nuestra mente, nos mantenemos en silencio y podemos disfrutar de cada instante, sin exigencias, sin proyecciones, sin tener el control de lo externo algo maravilloso sucede en nuestra biología. 

Hace unos años un equipo de investigadores de Harvard demostró que el mayor nivel de felicidad lo vivían las personas que estaban centradas sólo en lo que hacían en ESE momento, así sea lavar los platos, o realizar las compras, estar  en presencia con aquello que estamos realizando nos otorga plenitud.

Aquí radica el valor de practicar meditación o aplicar técnicas de respiración, es una manera de poder direccionar nuestra mente al presente. A veces se entiende que meditar es tener la mente en blanco, no, precisamente es poner en práctica el ejercicio de traerla permanentemente y  alinearla al momento, a lo que acontece en el aquí y ahora. Esta práctica seguramente nos ayudará a hacer consciente el valor de concentrarnos en aquello que estamos realizando en el momento, de disfrutarlo, a no perdernos los pequeños detalles que nos rodean, imágenes, olores, acciones, están allí.

4. Disfrutar de la naturaleza

El entorno natural que nos rodea tiene la capacidad de renovar nuestras energías, estar en contacto con la naturaleza, disfrutar de cada estación con su oferta: las flores, las hojas secas, la lluvia, el cielo, los atardeceres, los ríos, montañas, los pájaros…

Apreciarla es una riqueza inmensurable, recordemos que solo basta abrir los ojos y observar, en silencio, hermoso momento para practicar la gratitud, tener la oportunidad de disfrutarla y apreciarla en toda su magnitud.

Nuestro papel en todo esto?

Recordemos que llegamos a este mundo como seres plenos, siendo amor y también necesitando amor, pero de a poco fuimos aprendiendo otras formas, algunas violentas, otras ambiciosas, desarrollando deseos de objetos materiales que no necesitamos, descuidando el valor de lo que nos rodea, envolviéndonos en la superficialidad.

Es por esto que creo que es el momento de hacernos conscientes y emprender el cambio, volver a nuestros orígenes del amor. Una vez que comprendemos esto entendemos que ya no somos víctimas, sino somos PERSONALMENTE RESPONSABLES DE TODO LO QUE OCURRE EN NUESTRAS VIDAS.

Finalizando creo central tener presente el regalo del saber que nos aporta la Epigenética, es decir que son nuestras creencias las que controlan nuestra biología y no nuestros genes, como siempre hemos creído.

Aquí lo maravilloso es saber y recordar que tenemos el poder de construir nuestro Ser y estar. Cuando entendemos que nuestra realidad está creada por nuestras creencias, que desde ahí creamos nuestra forma de mirar el mundo y de percibirnos a nosotros mismos, descubrimos nuestro poder, conectamos con nuestra verdadera esencia. Estas creencias normalmente son subconscientes pero se pueden ir descubriendo y trabajando, PSYCH-K, es la herramienta central para poder hacerlo.

No te pierdas la oportunidad de construir tu propia vida de manera más saludable y feliz. HONRA TU VIDA.

Me encantaría saber tu opinión al respecto…


Comentarios

2 respuestas a «Aquietar la mente, lograr nuestra paz interior»

  1. Me encantó. Comenzar a quitarnos el plástico para ir hacia el interior de nuestro propio ser, para recordar lo que realmente somos: Amor.

    1. Gracias Ani por tu comentario. Despertar, tomar consciencia para caminar hacia un mundo más humano, mas saludable, vivir en el amor. Abrazo de luz

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *